Snapmaker 2, la impresora 3 en 1 ahora aún mejor
24 diciembre, 2018
El unboxing de la Uniz Slash OL
2 enero, 2019
Imprimir piezas en metal con una impresora «de sobremesa» era algo imposible hasta hoy, gracias a Additec y su μPrinter.
Para imprimir piezas 100% de metal es necesario un láser muy potente para fundir polvo de metal capa a capa, técnica conocida como SLM -Selective Laser Melting- o DMLS -Direct Metal Laser Sintering-.
No estamos hablando de una impresora como la Metal X, que es una FDM que imprime una pieza con filamento plástico con polvo de metal en su interior y que luego hay que cocer en un horno.
La impresora μPrinter es una impresora industrial con tamaño «de oficina», que crea piezas 100% de metal sin sinterizado posterior.
Para ello utiliza una técnica denominada Laser Metal Deposition, pero no funde polvo de metal de una cubeta llena de polvo.
En Additec han creado un sistema propio en el que tres láser de 200 w -600 w de potencia total- funden un alambre de metal como si de una máquina de soldar se tratase.
El «cabezal de impresión» de la μPrinter está formado por una boquilla central -de la que emerge el alambre de metal a fundir-, y tres boquillas rodeándola -con los láser-, enfocando al alambre en la zona de fundición.
El extrusor expulsa por la boquilla el alambre, y los láser lo funden mientras el cabezal se mueve para imprimir la pieza.
El sistema es similar a las impresoras industriales que utilizan un arco voltaico para fundir el metal -que en el fondo son máquinas de soldar-.
Pero hay más, porque además de fundir alambre, con la misma boquilla también puede trabajar con polvo de metal, aunque en Additec reconocen que con el alambre se consiguen mejores resultados.
En la μPrinter se usan tres láser
La μPrinter es innovadora por su sistema de fundición del metal y por su compacto tamaño, la primera que tiene unas dimensiones similares a las de un equipo de sobremesa.
Evidentemente este sistema genera mucho calor, por lo que la impresora utiliza un sistema de refrigeración por líquido sin el cual la impresora no funciona -los sensores detectan si hay refrigerante.
Otro detalle más es que para realizar la impresión necesita una atmósfera de un gas inerte, en este caso argón, por lo que tiene un sistema de dosificación y ventilación cuando finaliza la impresión.
Otro detalle más es que las piezas de metal impresas necesitan de un mecanizado posterior, evidentemente, para afinarla.
En cuanto a sus especificaciones tiene una resolución de unos 200 micrones, tiene web cam y puede imprimir piezas de 160 x 120 x 450 mm.
Tiene un slicer propio y puede trabajar con un amplio rango de metales ya predefinidos en la impresora.
Su precio es de unos 90.000 euros, una ganga para cualquier empresa. Si te interesa puedes pasarte por su web.
