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El fabricante surcoreano Carima acaba de dar a conocer su nueva impresora DLP de gran tamaño, la DM250, destinada a la mediana industria.
No cabe duda que el avance de la fabricación aditiva sigue imparable, si bien esta progresión es mucho más patente en el ámbito profesional e industrial, más que en el doméstico, por desgracia.
La nueva Carima DM250 es una impresora DLP que solidifica resina fotosensible gracias a una fuente de luz UV LED, de 1920 x 1080 puntos -y que emite una longitud de onda de 405 Nm, un estándar.
Ello significa que no sufrirá distorsiones en las zonas perimetrales del área de impresión y que no necesitará de correcciones y calibraciones.
Estamos hablando de una impresora destinada a la industria y, por tanto, de una elevada calidad de fabricación, aunque no se han hecho públicas sus cifras de velocidad de impresión, factor clave para una buena productividad.
La Carima DM250 tiene un volumen de impresión de 250 x 140,625 x 250 mm, uno de los mayores disponibles en el mercado para este tipo de impresoras, con una mejor resolución de capa de 25 micrones y, según Carima, una superficie final del objeto totalmente suave.
Según su fabricante la DM250 es compatible con la mayoría de resinas del mercado, lo cual es una buena noticia.
Dispone de conexión por ethernet y pantalla LCD táctil para un fácil manejo -no se comenta nada de wifi- y tiene un slicer propio de Carima.
No hay más datos ni precio, de momento.
Si le quieres echar un vistazo puedes visitar la web de la Carima DM250.
