Cuando Under Armour lanzó su edición limitada a 96 pares de su zapatilla deportiva UA Architech en marzo de este año, abrió la caja de Pandora. Ahora todas las marcas de calzado deportivo están invirtiendo en la tecnología aditiva para ser los primeros en beneficiarse de sus ventajas…
Tras Under Armour fue New Balance la que lanzó hace unas semanas al mercado 44 pares de unas zapatillas deportivas con la suela impresa en 3D, las Zante Generate. Evidentemente colgaron el cartel de «Sold Out»… Y la siguiente será…
New Balance Zante Generate
La producción aditiva le está ganando terreno a la más tradicional de inyección en molde. Aunque los precios todavía marcan la diferencia, la velocidad de impresión de las impresoras 3D está avanzando a grandes pasos, al mismo tiempo que descienden los costes de fabricación y de producción tanto de las impresoras 3d como de los productos impresos por ellas.
Pero es que la producción aditiva tiene otra gran ventaja: el diseño se cambia prácticamente al instante. No hay que amortizar moldes…
VENTAJAS DE LA PRODUCCIÓN ADITIVA
Under Armour y New Balance abrieron la veda, y ahora tras ella deberán llegar Adidas -que mostró su prototipo Futurecraft 3D, pero aún no ha comercializado nada-, o Nike, por ejemplo. Falta poco para que todos podamos comprarnos unas zapatillas deportivas impresas en 3D.
De momento los primeros que se beneficiarán de la impresión 3D «on demand» y al momento serán los deportistas de élite. Corredores, jugadores de fútbol o de baloncesto disfrutarán de calzado hecho a medida, con escaneados de sus pies y fabricación al instante.
Un buen ejemplo lo tenemos en las zapatillas Nike Zoom Superfly Flyknit, desarrolladas para la atleta olímpica Allyson Felix que se batirá en duelo este mismo año en las olimpiadas de Brasil.
Nike Zoom Superfly Flyknit
Los primeros componentes que se fabricarán en 3D serán la suela, propiamente dicha, la parte en contacto con el suelo, y la zona interior del calzado, donde se acomoda el pie.
La tecnología que se emplea actualmente para fabricar estas suelas es la SLS, Selective Laser Sintering, en la que una impresora solidifica polvo plástico capa a capa gracias a un láser.
Este polvo plástico es una especie de nylon flexible, un TPU -termo plástico de poliuretano-, con aditivos especiales para mejorar su resistencia y agarre.
Pero pronto entrarán otros actores, como la impresora M1 con tecnología CLIP de la empresa Carbon, cuya velocidad ya compite directamente con los métodos tradicionales.
El avance de la formulación de las resinas, la aparición de nuevos sistemas de impresión 3D y el abaratamiento general de componentes y materiales del entorno de la impresión 3D, propiciará que en menos de cinco años tengamos en el mercado una buena oferta de productos creados con tecnología aditiva.
Si la pregunta es «Moda o futuro», quizá la respuesta más apropiada sería «presente»…
Este post ha sido modificado el 15 junio, 2016
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