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Tras nuestro unboxing llega la hora de la primera impresión y ajustes de la Longer Orange 30, una impresora MSLA low cost que es un reloj.
Después de haber descubierto todo lo que nos ofrece el unboxing de la Longer Orange 30, vamos a comenzar a imprimir, eso sí, no sin antes realizar nuestro chequeo, tal y como os explicamos en nuestro artículo Primeros ajustes de una impresora MSLA.
Recordemos que tiene una resolución XY de 47 micras, tiene máscara por pantalla LCD 2K convencional -es RGB, no monocroma- y que su volumen de impresión es de 120 x 68 x 170 mm. Todos los detalles en nuestro artículo sobre la Orange 30.
Tras revisar que todo esté correcto, los tornillos apretados, la fuente de luz UV y la máscara LCD funcionando correctamente y la base de impresión calibrada, comenzamos a trabajar con la Longer Orange 30.
Ya puestos, nuestra primera impresión la realizaremos con una resina de Longer, la Dark Grey, para la que hallaremos el correcto tiempo de exposición en unos 4,9 segundos.
Su fuente de luz led UV no es de las más potentes. Se sitúa por debajo de la Photon S, por lo que los tiempos de exposición tienden a ser extensos.
Cuando comenzamos a trastear en la Orange 30 observamos que no emite ningún sonido de alerta… Es una impresora muda. Y es una pena porque los pitidos son una buena alerta para todo, para avisar de un fallo o para hacernos saber que ha acabado la impresión, por ejemplo.
Otro detalle del que carece es la utilidad para limpiar la cubeta de resina, gracias a la cual se solidifican los restos de la resina con la fuente de luz led y un temporizador.
Para nuestra primera impresión hemos escogido un archivo de los que se hallan en el pendrive de la Orange 30, el casco resquebrajado de soldado imperial que deja ver una calavera en su interior.
Pero también imprimiremos un archivo que usamos para verificar la precisión de la impresora y de la resina.
Para ello debemos instalar el software Longerware que viene en el USB, ya que con Chitubox no se pueden crear los archivos con la extensión propietaria *.lgs30 que usa esta impresora.
El Longerware es muy simple, tanto que al principio cuesta trabajar con él. y es que no se parece en nada a Chitubox.
No nos vamos a extender en este tema pero sí os diremos que es bastante sencillo y sin complicaciones, y que vienen predefinidas unas «recetas», sus resinas con tiempos de exposición.
Solo una advertencia: los ficheros *.lgs30 generados para imprimir deben guardarse en el pendrive USB, pero siempre dentro de una carpeta denominada «longer3d». La impresora busca los ficheros a imprimir en esta carpeta; si los grabáis fuera de esta carpeta no los reconoce.
Insertamos el USB, en el menú principal se activa la opción de escoger archivos y seleccionamos el fichero *.lgs30 a imprimir. En la pantalla aparecen los datos relativos a la impresión, tiempos, capas, etc, y en la parte superior derecha de la pantalla táctil hay otro submenú que nos mostrará más detalles de la impresión.
Hay que hacer un inciso y es que el firmware de la impresora no permite variar el tiempo de exposición, ni el número de capas base o la exposición de éstas.
O sea que si os equivocáis a la hora de definir los parámetros de impresión del archivo *.lgs30 en el ordenador, no podréis variarlo en la impresora -como sí se puede en las Anycubic, Phrozen o Creality-.
Una vez en marcha la impresora comienza a trabajar en total silencio. El motor stepper es totalmente silencioso y solamente se escucha el ventilador de refrigeración. Un detalle mejorable es que en la pantalla táctil de control no aparecen los slices mientras se imprime.
Cuando finaliza la impresión no avisa con pitido alguno -como hemos comentado-, y la base de impresión se eleva, pero queda muy baja -podría subir hasta arriba del todo como ocurre en el resto de impresoras-.
El resultado es perfecto, sin errores. La pieza está perfectamente pegada a la base de impresión, no hay ningún defecto ni «ghosts» -falsas impresiones de píxels defectuosos-.
imprimimos un par de piezas más, esta vez ficheros nuestros de prueba y el resultado fue exactamente el mismo, sin errores.
Todo a la primera, lo cual es muy meritorio, teniendo en cuenta que no tuvimos que tensar la lámina FEP ni tampoco lijar la base de impresión -es bastante rugosa de serie, lo cual es de agradecer-. La verdad, nos ha sorprendido más positivamente su funcionamiento que sus acabados.
A pesar de tener una cubeta de hierro -poco práctica de colocar y de acabados justos-, una cubierta exterior no estanca -y que hay que montar-, de tener un firmware bastante simple y de no tener algunas herramientas en su menú, se compensa porque funciona muy bien, y es que las primeras impresiones con la Longer Orange 30 fueron un éxito.
Es muy simple y sencilla, pero es silenciosa, funciona como un reloj, es fiable y hace bien su trabajo. Vale la pena por el desembolso económico a realizar, realmente bajo -¡tiene un precio de solo 154 euros!- y que compensa con creces con su buen funcionamiento.
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