El boom industrial que está experimentando la impresión 3D parece no tener reflejo en el ámbito doméstico del usuario de a pie… ¿Por qué?
Seguramente esta misma pregunta se la hacen los de 3D Systems, que tuvieron que cerrar su nueva división de productos 3D para el mercado doméstico -Cube, Cube 2, Cube X…
La respuesta es muy sencilla: la dificultad de uso.
La gente de a pie usa productos de electrónica de consumo porque son muy fáciles de utilizar. Botones de Start/Stop, menús intuitivos y ningún problema a la hora de realizar labores de realimentación, etc.
Las impresoras láser -o de inyección de tinta- convencionales de oficina, son fáciles de usar y cualquier puede cambiar un tóner, un cartucho de tinta o poner papel.
Y a la hora de imprimir solo hay que darle al botón «Imprimir». nada más.
Así deberían de ser las impresoras 3D. Poner un cartucho de filamento o resina no debería de ser más difícil que colocar un tóner.
Y luego están los dos millones de parámetros que hay que tener en cuenta a la hora de imprimir un modelo 3D -archivo STL, OBJ…-.
Por no hablar de que si se recomienda una temperatura de fusión de filamento de 240º, en realidad puede ser de 230 a 245º… Vaya usted probando.
Y para acabar de rematar está el tema de la inexactitud de la veracidad de las temperaturas en las impresoras FDM. Aunque tu le indiques 240º a tu hot end, igual puede estar a 234º o a 243º… Y la temperatura de la cama de impresión, en el centro puede estar a la correcta, pero seguro que tienes hasta 10 grados menos en los extremos…
Es como si a la hora de imprimir un texto o una foto en una hoja de papel en una impresora láser o de tinta tuviésemos que introducir la temperatura a la que debe estar el papel, la cantidad de toner que quieres colocar, la velocidad del papel, la velocidad de la salida del tóner, el grosor del papel, y que cada vez tuviésemos que calibrar la altura del papel respecto a la salida del tóner…
Esto es de locos…
Por no hablar de que se atasca la boquilla o de lo que cuesta alimentar el extrusor para colocar el filamento cada vez que queremos imprimir. Y esta es otra, ya que cada vez hay que retirar el filamento y hay que guardarlo al vacío, so pena de que absorba humedad y ya no sirva…
Todo es demasiado complicado…
Los que se han atrevido a comprar una impresora 3D han acabado aburridos… Solo los más apasionados, uno de cada 1.000, habrá logrado su propósito: imprimir algo decente…
Hay que dedicar demasiado tiempo a aprender -solamente un poco, no mucho-, porque es un aprendizaje a base de prueba-error.
La impresión 3D a nivel doméstico solo llegará a ser popular cuando imprimir sea tan fácil como hacerlo con una impresora láser de papel.
Este post ha sido modificado el 8 mayo, 2017
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No descubrieron la polvora, es logico todo eso. Es mas que ovbio que en el mercado domestico la impresion no gana terreno por que la gran mayoria no tiene ni idea de como utilizarla. Y va a faltar varios años para que eso pase, por que a menos que toda la gente sepa diseñar tampoco le va a ser muy util solamente imprimir lo que otros dejan por la web.
Buenos artículos
Gracias Gabriel!! Nos anima mucho tu comentario a seguir al pie del cañón. Un fuerte abrazo.