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Estaréis hartos de leer que para imprimir un objeto lo mejor es un archivo con formato .STL, pero ¿sabéis que es un archivo .STL?
En cualquier programa de dibujo en 3D se trabaja con ficheros la gran mayoría propietarios, es decir, asociados a un software en concreto.
Así, un dibujo hecho con Autodesk 123D Design, por ejemplo, no es compatible para ser utilizado con Sketchup, Rhino, ThinkerCad o Fusion 360, por ejemplo, y viceversa.
Algunos tipos de archivos han logrado romper esta barrera de «exclusividad» y pueden ser abiertos y editados con varios programas de CAD, pero el único tipo de archivo que puede ser leído por prácticamente todos los programas es el .STL -que viene del inglés STereoLitography.
He dicho leído, no editado, porque para trabajar con este tipo de archivo es necesario un editor de mallas. Y es que el formato de archivo STL es muy particular.
A lo que íbamos. Un archivo *.STL es una versión simplificada de un archivo CAD, con menos cantidad de información y con la geometría final «sintetizada», resumida, optimizada, reducida al mínimo posible para que no se pierda la geometría y estructura del objeto.
De un archivo STL desaparecen los colores, la textura y la estructura interna -en una estructura cerrada- que ha sido asignada a un objeto 3D.
Ello significa que el archivo .STL «pesará» -tendrá menos megas- menos que un archivo CAD -tiene menos información-, por lo que puede ser enviado por correo, por ejemplo, o enviado a un servicio de impresión.
Para simplificar la estructura el formato STL descompone todas las geometrías y las reduce a una sucesión de triángulos de diferentes formas y tamaños, que se adaptan a la geometría del objeto, dibujando exactamente todos sus contornos.
La estructura del formato *.STL de este modo ahora está compuesta íntegramente por triángulos y sus superficies dejan de ser reconocidas por el programa de CAD, pasando a ser una entidad de malla.
O sea que ahora ya no podéis seleccionar una cara o faceta del objeto, darle color, textura o añadirle otro objeto, a no ser que se ejecute una complicada operación booleana que puede no ser ejecutable o que tardaría horas en realizarse…
Los archivos .OBJ son también otra versión de los archivos STL, destinados a ser enviados a la impresora 3D.
Un último apunte/consejo: cuantos más triángulos tenga un objeto en .STL, más definición tendrá aunque, claro, «pesará» más, tendrá un mayor tamaño de archivo…
O sea que a la hora de exportar un archivo CAD al formato *.STL, aseguraos que la densidad de la malla sea máxima, si deseáis que el objeto tenga todos esos pequeños detalles que habéis diseñado en él.
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